Artículo de Carmen Sara Floriano Pardal
ALGO QUE CONTAR…
Una historia, unos personajes familiares, una situación que resolver, una sorpresa, un quehacer distinto, un final del que aprender…, éstos son los ingredientes. Y es que no hay nada mejor que un buen cuento para que un niño quiera parecerse a su protagonista. ¿Quién no ha querido ser alguna vez en su infancia un pirata o un príncipe azul? ¿Qué niña no ha soñado en convertirse en princesa o en correr aventuras por medio mundo? Todos, niños y mayores, necesitamos de historias en las que mirarnos, para conocernos mejor a nosotros mismos, para comprender lo que ocurre a nuestro alrededor y, en definitiva, para crecer.
Esto mismo es lo que ocurre en la colección de cuentos “Cuento Contigo”. En ellos, los niños y niñas pueden identificarse fácilmente con los protagonistas, ya que, al leerlos, van a encontrar en lo que les sucede un reflejo de sus propias vidas, de sus dificultades, conflictos y emociones. Pero no solo eso; en estos cuentos se aprovecha la identificación con los personajes, para ofrecer a los niños y niñas alternativas de conducta y favorecer el que, de una manera natural y no forzada, puedan identificarse también con la forma que los protagonistas tienen de resolver las situaciones a las que se enfrentan. Es así como transformamos el cuento en una magnífica herramienta educativa que, si sabemos utilizarla, va a enseñar a padres e hijos a responder a los retos que la vida nos presenta. Sin que deje de ser entretenido, se convierte en un método eficaz para adquirir hábitos y responder adecuadamente a cuestiones a veces conflictivas.
UN TRABAJO EN EQUIPO…
La colección “Cuento Contigo” nace de unir la experiencia y la investigación, la vida cotidiana familiar y la vida profesional. Una de las grandes novedades que se pueden encontrar en ella es precisamente ésta, la conjunción de familia y expertos, poniendo juntos la creatividad al servicio de los niños.
- La familia.
Son muchas las veces en las que los padres y madres de niños con necesidades educativas especiales nos sentimos pseudoprofesionales del tema. Vivimos con intensidad cada avance y cada retroceso de nuestros hijos, aprendemos a reconocer sus movimientos internos, su conducta, lo que les ayuda y lo que no, sus cambios de humor, etc. Sabemos de sus sueños y de sus frustraciones a lo largo de 24 horas al día, aprendemos a anticiparnos a la tormenta y a disfrutar de la calma.
Tanta sabiduría adquirida con el sudor de nuestro esfuerzo y dedicación, ¿acaso puede caer en saco roto? ¿No era ya necesario recoger la vida experimentada “in situ” para aprender de ella? Esto es lo que, desde la esperanza de que sirvan para muchos, los cuentos de “Cuento Contigo” muestran. Parten de situaciones reales vividas en familia, de necesidades detectadas no en el gabinete, sino en el salón de casa, de nervios, ilusiones, enfados, llantos, caídas y levantadas de nuestros propios hijos y de nosotros mismos, sus padres. Es así cómo, humildemente, Fausto y yo os lo ofrecemos. Y es así cómo, la vida de nuestra hija Lucía trasciende sin ella saberlo.
- Los profesionales.
Pero, como en tantas cosas, no basta la buena voluntad. Para poder ofrecer la experiencia cotidiana familiar como una ayuda a todas las familias, tiene que ser contrastada y fundamentada por quienes han investigado y se han formado sobre ello. En la colección “Cuento Contigo”, la Doctora Isabel Orjales y el Psicopedagogo Rubén Toro, han generalizado y afianzado la experiencia particular de la que ha nacido cada cuento. Porque hay que saber hacerlo bien, no sirve cualquier cosa. Afortunadamente, ya hay camino recorrido en cuanto a pedagogía se refiere. Hoy en día, a nadie se le ocurriría atar a un niño con la cinta del babi a su pupitre para que atendiera en clase (cosa que sabemos sí se hacía hace 20 años). De igual manera, por mucha experiencia cotidiana y familiar que tengamos, hay que acudir a quienes pueden enseñarnos a hacer un buen uso de los recursos pedagógicos si no queremos mermar en los niños su autoestima, el creer en sí mismos y sus posibilidades, el educar con firmeza y con ternura a la vez. En este sentido, la creatividad unida a la experiencia familiar y profesional, hacen de la colección “Cuento Contigo” una colección de gran credibilidad.
- La puesta en práctica.
Y aún nos falta añadir un elemento más que aumenta la consistencia del trabajo que se ha realizado en estos cuentos: su puesta en práctica. Cada una de las propuestas y actividades recogidas, ya se están trabajando con niños y familias de la “Asociación de familias con Trastorno por Déficit de Atención con/sin Hiperactividad de Huelva, Aire Libre”. Un trabajo que, en algunas ocasiones, ha sido previo a la creación del cuento, y en otras, posterior. Nos encontramos entonces ante una colección que no ofrece teorías posibles sino evidencias reales. Cada una de las historias no sólo presenta situaciones y dificultades concretas de los niños y niñas, sino también, alternativas y respuestas que les ayudan a enfrentarse a ellas.
LAS DISTINTAS PARTES…
- El cuento.
La palabra “cuento”, es una palabra con sonido mágico y especial para cualquier niño. Así son también los cuentos de “Cuento Contigo”: especiales, pero pensados para cualquier niño. ¿Qué niño no tiene que aprender habilidades sociales? Los habrá quienes las aprendan antes y quienes después, quienes las automaticen por imitación y quienes requieran más ayuda para asimilarlas. Pero, sea como sea, todos se ilusionarán y aprenderán con los cuentos. Víctor y Sofía, los ilustradores, se han encargado de ello, de embellecer cada historia, de llenar de colorido cada situación y de recrear con la máxima expresividad las emociones y sentimientos de los personajes.
- Una actividad.
Al final de cada cuento, se propone una actividad recortable para afianzar y personalizar lo que la historia ha ido enseñando. Dicha tarea está planteada para que los niños y las niñas la realicen junto a papá y mamá. Los cuentos ofrecen la posibilidad de un aprendizaje familiar, en el que los padres también se ven implicados, pues ¿de qué le sirve a un niño hacer un esfuerzo si no siente que sus padres también lo hacen con él?
Es aquí donde cobra su máxima fuerza la expresión que da título a nuestra colección: “Cuento Contigo”. Cada cuento y cada actividad final, hacen sentir a los niños y niñas, que no están solos en el afán de superarse, sino que pueden contar con aquellos que le quieren. Si al final del proceso son capaces de percibir y de manifestar a sus padres algo así como “sé que cuento contigo, porque sé que estás ahí enseñándome a ser feliz, a crecer, a desenvolverme de forma autónoma en la vida, a afrontar mis limitaciones y a aprender a superarlas”, entonces, esta colección de cuentos habrá sido ya un éxito.
- Guía para padres y madres.
Por último, cada cuento va acompañado de una guía de padres y madres. En ella se recoge el trabajo de los técnicos y profesionales, orientaciones generales y específicas del tema tratado en las historias, alternativas, criterios, etc. En la guía aparecen el objetivo de cada cuento en cuestión, un resumen de la historia, a quiénes va dirigida, qué se puede aprender, consejos para los padres y madres, y actividades a realizar con los hijos.
¡QUÉ LO DISFRUTÉIS!
¡Tanto hablar de ellos y aún no os los hemos presentado! Aquí los tenéis. Ojalá os sirvan para disfrutar con vuestros hijos e hijas, para dialogar con ellos sobre lo que nos ocurre y cómo nos sentimos, para saber que no estamos solos ante los problemas, para crecer juntos, soñar juntos y seguir avanzando juntos. ¡Felicidades a todos los que podéis decir a boca llena “cuento contigo”!
MI MAMÁ ES VERDE, MI VECINO NARANJA
“El primero en salir fue Jorge. Dio una carrera y se agarró a su tita, dándole un montón de besos, ¡se lo estaba pasando genial!
-¡Me estás empapando de agua!-rió Ana.
-Bueno, pero tú eres mi tita, eres de color verde, verde, verde, y ¡a ti puedo abrazarte y darte todos los besos que yo quiera!”
Jorge pasa las vacaciones en casa de su tía y sus primos. Como se mete en problemas por tratar a conocidos y extraños del mismo modo, su tía le propone un truco: asignarán un color a las personas en función del grado de familiaridad y confianza que tengan con ellas.
ELENA Y EL CAMINO AZUL
“-Lo siento mucho, mamá, yo no quería…-y Elena se echó a llorar.
Su mamá la abrazó.
-Ya lo sé. A partir de ahora, vamos a intentar tomar el camino azul cada vez que tengamos que hacer algo. Para ayudarte, yo sólo te preguntaré ‘Elena, ¿en qué camino estás?’, y así tú podrás pararte a pensar y a darte cuenta de que las consecuencias del camino azul siempre son mejores que las del camino rojo.”
Elena esconde parte de sus deberes y engaña a su madre para poder ir a jugar con su amiga Alicia. Al llegar a casa, mamá trata de que Elena reflexione sobre lo sucedido con una historia que refleja la posibilidad de elegir un camino azul que hace que los protagonistas se sientan bien; y un camino rojo, formado por decisiones equivocadas que sólo conducen al disgusto de todos.
PREPARÁNDOME PARA IR DE CUMPLEAÑOS
“Iván se despertó al día siguiente con un único pensamiento: el cumpleaños de sus amigos los gemelos. Se sentía algo nervioso y excitado, impaciente porque fuesen las seis de la tarde. Siempre le ocurría lo mismo: si había algún acontecimiento especial, ¡no podía dejar de pensar en él!
Papá le sorprendió cuando, después del desayuno, le dijo:
-Muchacho, ¡es hora de entrenar! Vamos a ensayar la jugada del cumpleaños de esta tarde, igual que se ensayan las jugadas en el fútbol.
-¿Cómooooo?”
Iván es un chico algo impaciente al que le cuesta ponerse en el lugar de los demás. Cuando a él y a su hermano Carlos les invitan a un cumpleaños, su hermano le amenaza con no ir con él a ningún otro sitio si vuelve a comportarse como la última vez que fueron a una fiesta. A la mañana siguiente, papá decide ayudar a Iván y le sorprende con una sesión de entrenamiento muy especial.
LA GYMKHANA DE EMOCIONES
“Recuerdo que hicimos una gran fiesta. Estuvimos cantando y bailando hasta muy tarde. Yo todavía tengo guardadas en una caja las cuatro pistas de la gymkhana. Me las quedé de recuerdo. Y me han servido de mucho. Porque cada vez que me ocurre algo, ya sea bueno o malo, me hago las cuatro preguntas, y eso me ayuda a pensar sobre lo que ha sucedido.
¡Ah!, el verano que viene voy otra vez al campamento, ¿te apuntas?”
El último día del campamento, el grupo de Clara y Sofía consigue el premio de la gymkhana. Los chicos se dan cuenta de que las pistas escritas constituyen, en sí mismas, una buena estrategia que les puede ser útil para resolver problemas con los amigos. Clara decide guardarlas por si alguna vez se encuentra con una situación que no sabe cómo resolver.
Fausto Giles
Texto:
Carmen Sara Floriano
Guía de padres y madres:
Isabel Orjales y Rubén Toro
Ilustradores:
Sofía de Juan y Víctor González
Editorial CEPE, S. L.
Felicidades una vez mas.Esta noche hemos leido una vez mas el cuento de Elena y el camino azul.Hoy Felipe ha tenido un mal día, ha estado todo el día en el camino rojo, incapaz de salir de él.Se ha relajado con el cuento, y se ha sentido mejor al ver que Elena tambien entraba sin darse cuenta en el camino rojo.Llevo tantos años aprendiendo de vosotros...Gracias.Un millón de besos.
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